lunes, noviembre 25, 2013
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Los vellos de punta, las pupilas dilatadas y un ligero lagrimeo han sido los síntomas, no los que han justificado mi visita al médico, sino los correspondientes a la alegría inmensa experimentada ante tal hecho inaudito.

Pero, empecemos por el principio. No es habitual en mis escritos contar mi vida y El Muro de Cádiz no es lugar para hacerlo. No obstante, espero que perdonéis este arrebato de “peroyoismo”, en pro de un relato que pretende llegar a lo general desde lo particular.

He llevado a mi tía, una señora mayor y delicada de salud a la farmacia para que, simplemente, le tomaran la tensión ante un par de “achaques” que no viene  al caso. Para mayor seguridad me aconsejaron que la llevara a su centro de salud.

Cual es mi sorpresa cuando, no sólo la atiende un médico directamente (una médica para ser exactos), en vez de un auxiliar que es lo que yo esperaba, sino que a la prueba de tensión por la que acudimos, se le añaden un análisis de azúcar, un estudio de tórax, otro de estómago y un electro en ese mismo momento. Finalizadas las pruebas, en un tiempo máximo de media hora, nos tranquilizan con la noticia de que no encuentran nada de gravedad.

Tenemos una buena sanidad pública. Esa es la reflexión del día. 

Fotografía propiedad del periódico "La Razón".


Para los escépticos que opinen que una golondrina no hace verano, decir que ya he tenido ejemplos de ello otras veces y, como todos, ejemplos de lo contrario. Puede que como dice el refrán, de los que confirman la regla.

Pero esa es mi opinión, refutada por este ¡“gloricioso” (“Alicia en el país de las maravillas” de Tim Burton) día!

Tenemos una sanidad pública llena de buenos profesionales y de buenos equipamientos que permiten atender a los enfermos debidamente.
Tenemos una sanidad pública que, durante años, ha constituido uno de los pocos, tal vez el único, referentes del que España podía estar orgulloso.
Tenemos una sanidad pública mejor, en muchos casos, que la privada. Seguramente, de haber acudido a un médico de pago, éste nos hubiera derivado a urgencias para realizar el electro. Así actúan, al menos, cuando necesitan radiografías o TAC de urgencia.
Hecho que me hace preguntarme qué ocurriría si dichos comportamientos se dieran en otros ámbitos privatizados. Por ejemplo, si te derivaran de un centro privado de enseñanza a uno público para dar la clase de informática.
Tenemos una sanidad pública cada vez más mermada con recortes y mala prensa, que nos inducen a pensar que es gratuita, cuando la realidad es que sus profesionales no actúan de oficio, sino que reciben un sueldo pagado por todos.
Tenemos una sanidad pública que defender con uñas y dientes, que proteger porque es nuestra garantía de salud, más allá de eslóganes facilotes que prometen una falsa cercanía, impropia e irrealizable por parte de grandes entidades, a las que, de ser ciertas sus premisas, sólo podrán acceder las carteras privilegiadas.

Hablamos de salud, hablamos de vida. De nuestras propias vidas y las de nuestros seres queridos. Del derecho a que nos atiendan debidamente y a la obligación de los poderes públicos de que así sea, ya que nosotros cumplimos con nuestra parte del acuerdo al hacerse efectivos los recortes recaudatorios en nuestras nóminas (el que la tenga).

4 comentarios:

  1. Esto es como los cometas, solo lo ves una vez en la vida. Enhorabuena jaja

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  2. Enhorabuena, a mí justo me pasó lo contrario hace unos días, pero les entiendo...

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  3. Que quieres decir con que no la atendió una auxiliar? Una auxiliar de qué exactamente? Espero de corazón que no te regueras a una enfermera con su correspondiente carrera universitaria, a partir de ahora graduadas o graduados y en muchos casos especialistas en enfermería de familia, que hubiera resuelto el caso de igual manera. Lo primero para defender una sanidad publica es defender a sus profesionales, que son muchos, diferentes pero complementarios y con competencias bien definidas.

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    1. Que yo sepa, un auxiliar es una cosa y un enfermero es otra. Además de que un enfermero no es lo mismo que un médico. Cuando ha dicho auxiliar habrá querido decir auxiliar y no otra cosa. A mí me parece que en el artículo queda suficientemente claro, pero si hay que buscarle los tres pies al gato, entonces...

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