¿Promoviendo el deporte en la ciudad?

Cádiz, 2012. La ciudad de la libertad, el año del bicentenario. Aún tienen que cambiar muchas cosas para que los valores que queremos en la ciudad vivan entre nosotros. Es la hora de hablar de la juventud, de la no-juventud, y su relación con el deporte en nuestra ciudad.

Desde hace unos 20 años llevo viviendo en esta ciudad una aventura después de comer cuando quiero jugar un partidito de fútbol con mis amigos, para echar la tarde: encontrar un sitio donde jugar.

Dejando a un lado las pocas oportunidades que se tienen de jugar a fútbol en nuestra ciudad (no hay campos de fútbol) pero lo pasamos de largo porque sabemos que "no hay espacio" (dejémoslo así), las oportunidades reales que quedan nos limitan aún más las opciones que tengamos.

Fútbol sala. Todos conocemos lo que es jugar al "fútbito" o al fútbol sala, en cualquier pista, viendo una reunión de amigos. O somos muchos niños, jóvenes y mayores en Cádiz los que queremos jugar al fútbol por la tarde, o hay muy pocos campos. Y si esos campos, que ya son pocos, lo cierran, pues aún peor. Todos los colegios, públicos o privados, o la mayoría de ellos, tienen una pista de fútbol sala, que no usan durante la tarde, y que dejan a puerta cerrada imposibilitando a que los demás ciudadanos puedan hacer uso de ellas para practicar deportes.

Ojito con aprovechar los boquetes que hay en las cancelas o saltar alguna valla, la policía local no da el visto bueno aunque el propio colegio sí lo haga. ¿No es más fácil entonces abrir las puertas?

El famoso Campo Hondo. Estado de la pista

Y luego viene lo mejor: invirtamos en deporte para la ciudad, con la construcción de pabellones y pistas que mucho dudamos si cuestan lo que nos dicen, para que se les añada unas tasas enormes, y así jugar en la ciudad en lugar de costarte esfuerzo físico, también sea monetario. Pero que no pasa nada, todo esto es "sin coste alguno para los gaditanos".

Aún hay más. Si queremos usar algún campo más grande, para unirnos los amigos de la infancia o los actuales, a echarnos un partido de fútbol 7, sólo tenemos que ir a las instalaciones de "El Cano" y pagar 3,40 euros por persona para poco menos de una hora y que aunque no haya nadie luego y las instalaciones deban seguir abiertas, te echen de mala gana. Más de lo mismo.

El campo hondo, es la alternativa para poder jugar más de 10 personas. Eso sí, colándose, que no te echen, y con un estado del suelo en el que es peor caerse a que te hagan una entrada agresiva, sin duda alguna. De pena, que unas instalaciones que puedan ser usadas no sólo por un colegio, sino por toda la ciudad, tengan que ofrecer esa imagen lamentable justo en uno de los monumentos que más simboliza la ciudad, situado al lado del paseo marítimo y con muros altos que haría a la gente disfrutar asomándose a ver chavales jugando al fútbol.

"Vámonos a jugar a la playa". Solución definitiva. Creo que mejor de eso, ni hablamos, ya todos sabemos lo que hay.

No juguemos al fútbol, aún nos queda correr o nadar. Porque el uso de la bici, podríamos usar un carril bici ilegal que existe en nuestra avenida Juan Carlos I para que estemos más tiempo tocando el timbre que pedaleando, ya que está en la acera, y a veces las personas no sólo andan por el carril por gusto, sino que se ven obligados a usarlo. Lo mismo pasa en el Campo del Sur. Pero no las usemos en el paseo marítimo, que eso le molesta a los que lo usan para "pasear". Y mucho cuidado con donde dejamos las bicicletas, porque si no queremos usar esos "aparcabicis" absurdos que están tan mal situados en las calles, nos aguantamos y no la podemos dejar en el paseo marítimo, o amarradas un momento en algún banco, porque pueden cortarnos el candado con unas tenazas y quedarnos sin bicicleta.

Esto es una opinión real y actual, que lleva desde hace muchos años en boca de muchos: los que nos gusta practicar deporte en Cádiz, estamos hartos de las limitaciones que tenemos para practicar deporte en la ciudad, en concreto fútbol y ciclismo; pero no lo reprochamos a la mala distribución del terreno ni a las limitaciones que nuestra área geográfica nos da; sino a la mala gestión de la misma que se hace en la ciudad.

Aquí se prefiere invertir en juventud "ofertando un autobús nocturno para el uso del botellódromo" y ofreciendo unas instalaciones "a precio público" que no es que el pueblo no se pueda permitir, es que no merece pagar algo ya pagado.

¿Soluciones? Hasta el más tonto sabría cuáles son. Se podrían establecer acuerdos con colegios, se podrían promover asociaciones deportivas, eventos y encuentros. Carreras, medias maratones, marchas y paseos, torneos de fútbol, facilidades y reducción de tasas para las ligas y competiciones locales (que existen aunque muchos no lo sepan), habilitación de zonas deportivas con horarios... Es cierto, supondría un coste ¿altísimo? y la ciudad ¿no lo acogería?

Si no practicamos deporte o nos aburren, no pasa nada. Esto se achacará a que las nuevas generaciones no quieren bajar a la plazoleta ni a jugar al fútbol, ellos prefieren las consolas e internet. La culpa no es de las pocas facilidades, es mejor que la culpa sea de otra cosa.