Un estadio de primera. De segunda. De segunda B.

"Ayuntamiento de Cádiz", es lo que se puede leer en cada rincón del Nuevo Estadio Carranza. Ellos son los que lo patrocinan, ellos son los que lo hacen, ellos son los que nos lo dan "sin coste alguno para los gaditanos" y ellos son los que lo ofrecen a un equipo de categoría. Pues a ellos le echaremos las culpas.

La categoría de la que hablamos es la segunda división B, y la relación con el estadio aunque parezca que no es la misma, muchos pensaron que sí el pasado domingo.

Había agua y agua en el cielo acumulada esperando para caer en forma de lluvia pero tuvo que ser durante el partido de la última jornada cuando decidió a caer. Pobres ilusos, esos aficionados que pensaron que por tener en el estadio un sitio con techo no se iban a mojar...

Y es que, la decepción fue doble. En cuanto a lo deportivo encontramos la imagen triste y lamentable de un equipo que se contradecía a su actitud mostrada dos jornadas antes frente a su afición, decidiendo no aceptar que son futbolistas y deben cumplir su profesión. El equipo no fue ni a más, ni a menos... nunca fue en esos 90 minutos. Enfado de la grada. Un enfado de una grada, que además, se moja. Miles de aficionados han pagado en los peores tiempos de los últimos años, con un esfuerzo económico importante, un carnet de socio para un club que ilusiona y nos une, un club que nos pertenece a todos, un club que nos da la vida a la ciudad. Pero parece ser que quien manda no lo entiende, porque son muchas las cosas que dan vida y no se cuidan.

Además del ridículo que hizo el equipo, la queja de la grada era, con razón. El estadio tiene filtraciones por varios sitios, hay asientos rotos y existían cascadas a mitad de las gradas bajas de los fondos. ¡Menos mal que sólo era agua! Si fuera otra cosa, a ver cómo se las apañan para quitarse del medio, porque puertas del estadio, al menos (¡al menos!) en los dos fondos y en la preferencia sólo hay salidas laterales.

¿Y qué nos encontramos? La unión entre afición y pueblo de Cádiz. Cadismo, y gaditanismo. El toque irónico no falta y la crítica hacia el equipo, hacia el ayuntamiento y hacia la institución es cada vez mayor. El enfado crece y de nuevo no vemos que nadie haga nada por el pueblo. Pero este pueblo del que hablamos, si no recibe cuidados tratará mal al que lo gestiona, y entonces veremos qué pasa.

En Portalcadista podemos encontrar vídeos e imágenes de lo sucedido.