'La punta de San Felipe', olvidada y abandonada

Siempre ha sido notorio el olvido hacia los jóvenes gaditanos. En algunos de mis artículos he hablado de la falta de espacio para estos y sus pocas posibilidades en esta ciudad. (Click aquí para leer) Y no es para menos, los cines son verdaderamente caros, tampoco hay una mísera bolera y además de eso solo nos queda la playa que desgraciadamente solo se puede visitar en verano. Entonces ¿qué nos queda? La punta de San Felipe.

La punta de San Felipe, al igual que la situación de la juventud gaditana, se encuentra en un estado de decadencia y olvido verdaderamente preocupante. Partamos de la base que nunca fue un lugar acogedor y preparado para la vida nocturna pero el lugar está llegando a límites a los que nunca debería haberlo hecho.

Escaleras destrozadas

Nada más llegar al sitio nos encontramos con una serie de cuatro baños portátiles que dejan mucho que desear. La oscuridad dentro de ellos es tal que bien podría aparecernos de repente la niña de la curva y no percatarnos de su presencia. Aunque su olor a orín es tal, que dudo bastante que la niña de la curva volviera a hacernos una visita. Siempre quedará en el aire la eterna pregunta de cada cuanto tiempo los limpiarán, ya que el sábado a primera hora de la noche aún es posible oler el desagradable y penetrante hedor perteneciente al día anterior - o quizás semana anterior- nunca se sabe.

Una vez subidas las escaleras (por cierto, prácticamente rotas) que nos llevan al llamado 'botellódromo' nos encontramos con un panorama no menos desolador que lo relatado anteriormente. Las mamparas que se colocaron hace unos años para evitar posibles accidentes se encuentran literalmente destrozadas. Los cristales han ido cayendo uno a uno para únicamente quedar en pie los soportes.

Mamparas inexistentes

También hay que destacar la oscuridad que se cierne sobre el lugar. La inmensa mayoría de focos que habitan en el botellódromo están fundidos y apenas es posible imaginar la cara de la persona que tienes enfrente. Dado lo cuál es un lugar propicio para los robos y accidentes.

En ocasiones me pregunto si la juventud le importa a alguien. Tengo la sensación de que en altas instancias piensan que son un rebaño de borregos que no interesan a nadie, pasando la noche en un sitio en el que el viento y el frío es prácticamente insoportable, donde apenas hay un mísero techo para resguardarte de la lluvia o dónde para ir al baño tienes que esperar una larga cola y encima hacer tus necesidades ante un montón de mierda y a oscuras.

Nada importa porque lo verdaderamente importante es que no se molesta a los vecinos. ¿Tanto cuesta adecuar el sitio? ¿poner una carpa en condiciones, un sitio techado, un lugar en el que no haya espacio hacia el peligro?

Si apenas puedo permitirme el lujo de ir al cine, estoy cansada de gastarme el dinero en tomar coca-colas en el paseo marítimo y un día me apetece ir de discoteca ¿dónde me meto?

Dos focos fundidos. Lo que da un aspecto lúgubre y triste