Mapa que muestra la probabilidad de sufrir una persona un cáncer de pulmón por municipios en España (Atlas Municipal de Mortalidad por Cáncer en España 1989-1998). |
El reportaje se publicó hace dos domingos en El Independiente de Cádiz (5/5/2013). Un nuevo estudio señala a la contaminación industrial y a la pobreza como la causa del alto índice de muertes por cáncer que se producen en las provincias de Cádiz, Sevilla y Huelva, entre otras enfermedades.
En este enlace se puede leer el reportaje completo: http://www.indecadiz.com/el-mal-invisible/
No es un tema nuevo, es cierto. Llevamos décadas estando a la cabeza de esta trágica lista. Sin embargo, este último estudio sí es reciente (marzo de 2013) y señala directamente a un tipo de industria contaminante concreta, al paro y la baja renta per capita de la población. Al trabajarlo desde dentro he terminado más confuso de lo que empecé. Con más artículos científicos leídos, con más entrevistas realizadas pero más confundido y con más dudas.
La principal y quizá la más importante nos afecta directamente a nuestra salud. ¿Hay una intención real de acabar con esto? Las dos grandes teorías, la contaminación industrial y el consumo de tabaco, involucran a grandes multinacionales. Los ciudadanos tan solo juegan el papel de sufridores. Las instituciones públicas llevan decenios sin actuar de forma directa contra las causas. Entre otras cosas porque para eso se tiene que conocer con certeza qué es lo que provoca el problema.
La sensación es que nadie miente pero, ¿quién conoce la verdad?¿Quién se atreve a buscarla? ¿Quién la cuenta?¿El tabaco por sí solo es suficiente para estar causando esto? ¿Las industrias petro-químicas son también responsables? ¿A quién beneficia esta confusión? Lo único que me ha quedado claro es que ha muerto gente, está muriendo gente y seguirá haciéndolo por mucho tiempo. No se espera ninguna reacción a corto plazo, pese a que el último estudio hable de "combinación tóxica" o de "importante problema de salud pública".
Tras estas dudas elementales surgen otras, en consecuencia. ¿Por qué las instituciones públicas no se ponen a la cabeza de la defensa de la salud de sus ciudadanos hasta encontrar el motivo de tanta enfermedad y frenarla? ¿Por qué muchos ciudadanos desconfían de la versión oficial de las instituciones públicas? ¿Qué papel juegan los científicos en todo esto? He podido hablar con alguno de los científicos que investigan sobre las muertes por cáncer en España y lo que transmiten es demoledor. Ellos realizan sus informes tras largas investigaciones y después desconocen el uso que las instituciones hacen de ellos. ¿Por qué no escuchamos a esos científicos hablar de sus propias investigaciones y son los políticos los que hablan en su nombre?
Intereses económicos, bajo el parapeto de la defensa de los puestos de trabajo; intereses políticos, mezclados con multinacionales que poseen enormes influencias en los gobiernos. Estos son los motivos que cuentan los colectivos sociales y personas que desconfían de las versiones oficiales que se dan al respecto. Nadie se fía de nadie. Mientras, pasan los años y la gente sigue muriendo como algo normal y asumido. Como un simple daño colateral de la evolución social y económica.
Le invito a que haga la cuenta de cuántas personas conoce en su entorno directo que han padecido un cáncer en los últimos años. Familiares, amigos, vecinos, el frutero, personas que conozca usted personalmente. Después continúe con los que no mantiene una relación directa: amigos de los amigos, la mujer de un compañero de trabajo, el profesor de la clase de al lado de su hijo, el vecino de un primo... Me quedé sorprendido de la lista que me salió. Pero, sobre todo, me he quedado con una gran duda que me acompaña desde que escribí el reportaje y no encuentro a nadie que me la resuelva con total certeza:
¿A qué estamos expuestos?
Este tema siempre me ha inquietado enormemente. Tú preguntas a qué estamos expuestos y si me detengo a pensar una posible respuesta me da hasta miedo. La comida, la bebida, el aire que respiramos, las radiaciones a las que estamos sometidos diariamente y algunas cosas que no sabremos.
ResponderEliminarLa impasibilidad no sirve para nada,por eso creo que este es un buen artículo para empezar a tomar conciencia y saber que esta provincia tiene un grave problema. Hay que conocer exactamente a qué se debe y empezar a estudiar los posibles focos y sobre todo SOLUCIONES. Estamos hablando de vidas humanas, de nuestra salud. Hoy es el vecino del quinto, pero mañana podemos ser nosotros.
¿Pero quién para esta masacre? y encima de todo se recortará en investigaciones científicos para que aún estemos más atados de pies y manos y no podamos buscar una solución a este gran problema que está acabando con nosotros.
He escuchado muchas veces que parte de la culpa lo tiene los astilleros y los cheimtrails.
ResponderEliminarEn la edición en papel del reportaje hay un recuadro en el que se explica la incidencia del amianto en los trabajadores de la industria naval hasta su prohibición.
EliminarAquí puedes ver escaneado todo el reportaje: http://natanaelbello.wordpress.com/2013/05/06/el-mal-invisible/
Respecto a los cheimstrails y otras teorías, también ha habido gente que me ha comentado la incidencia del armamento nuclear de la base de Rota o Gibraltar, pero han sido solo opiniones que no se han podido contrastar.