miércoles, mayo 22, 2013
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Es justo reconocer que la provincia de Cádiz es peculiar. Vista desde una visión de los recursos sería una de las zonas más completas. Siempre me he planteado cómo puede ser posible que tengamos montaña, campo, mar, buen clima, una cultura variada, una posición privilegiada en el mapa geoestratégico internacional y sigamos a la cola del empleo en Europa y con los niveles más altos de pobreza de España.

Nos llaman 'puerta del Mediterráneo', 'puerta de África', 'puerta de Europa', 'puerta de América'. Pero, por lo visto tiene que ser la puerta de atrás. Piense por un momento en que esta provincia perteneciera a los Estados Unidos o a Reino Unido. ¿Qué no seríamos? Aunque se puede decir que estos dos ya tienen su pequeña parcela entre nosotros.

La ciudad de Cádiz es una de las tres cabezas visibles que resalta entre muchas otras ciudades. La propia Bahía de Cádiz es un conjunto de ciudades que superan en la mayoría de los casos los 50 mil habitantes, con sus economías propias. Por eso, el papel de la capital tan limitada en recursos frente a la riqueza que le rodea puede ponerse en entredicho si solo se valora el aspecto puramente económico. Hablando de una riqueza por explotar aún y de manera sostenible. Lo que se ha hecho con la Costa del Sol, por ejemplo, se puede llamar también explotar pero con cuenta atrás y detonación incluidas.

Desde mi punto de vista creo que Cádiz, como ciudad, tiene que jugar un papel de nexo. Lo mismo diría de Jerez y Algeciras. Pero sin las pretensiones provincianas de muchos y que nos han llevado durante este tiempo a no reconocernos como iguales. Esto lo podemos encontrar en otros ámbitos. Quién no ha criticado el centralismo que se gesta en Sevilla desde Cádiz, Málaga o Granada?¿Quién no ha hecho lo mimo desde Sevilla o Barcelona con respecto a Madrid? Y todos juntos ahora hacemos lo propio con Bruselas.

Curiosamente, como reflejo de los absurdos de la provincia, en esta señalización a la altura de Las Brisas en Cádiz no aparece Jerez.
Puede que haya algo de envidia, como se suele decir desde los centros de toma de decisiones al escuchar estas quejas, pero al mismo nivel se podría poner algo de la soberbia que se exporta hacia el entorno y el menosprecio sistemático y automática que se activa cuando llega una voz inconveniente de la provincia, la región o de un Estado del sur sin voz ni voto.

Aun así, caben más reflexiones: ¿A quién le interesa esta separación? ¿Qué podemos hacer juntos? Esta manera de funcionar por separado solo nos ha traído pobreza. Las diferencias, claro que las tenemos. Pero creo que es necesario encontrar objetivos comunes y caminos a compartir. Mientras, hay que respetar la singularidad de cada uno como algo que nos enriquece y no que nos separa.

En esto quizá todos tengamos alguna responsabilidad. Da la sensación de que esas tres provincias dentro de Cádiz, esas tres capitales como se les puede haber llamado alguna vez parecen más las tres hermanas necias que se pelean por el mismo novio. Desde Cádiz solo plantear el debate de cuál es la responsabilidad que debería asumir. ¿De qué sirve ser cabeza de algo si menosprecias al resto de tu cuerpo?

3 comentarios:

  1. "La unión hace la fuerza" como bien dice el refrán.
    Probablemente para las instituciones el nombre del municipio esté por delante de la provincia. Puede que sea así, o deba ser así, eso no lo sabemos. Pero sí que sabemos una cosa clara: no conseguiremos beneficios solos, o al menos no conseguiremos lo mismo solos que acompañados.

    A veces los estereotipos nos molestan pero la realidad es que las supuestas divisiones que hay son una realidad. Como bien se detalla en este artículo de opinión: "La singularidad de cada uno es algo que nos enriquece, y no que nos separa"

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  2. Tristemente la provincia no está unida. Quizás trabajando juntos conseguiríamos más...

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  3. Pues yo creo que es mejor que no haya tanta unión, así cada uno se centra en potenciar sus cosas: playa, vino, feria, etc

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