miércoles, diciembre 04, 2013
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...es el momento de hablar de cosas serias. Esta carta podría ir dirigida igualmente a los compañeros de otras televisiones municipales, de Canal Sur, de las demás autonómicas o de Radio Televisión Española pero esto es El Muro de Cádiz y sois el referente local, nada más. Es extensible a todos los aludidos.

El ejemplo del reciente cierre de Canal 9 en Valencia me hace pensar en el resto de medios de comunicación públicos y en si es posible que las denuncias de control político de la información por parte de la Generalitat que han hecho públicas nuestros compañeros valencianos puedan estar ocurriendo en otras redacciones de una forma similar.

Espero que vosotros en vuestro día a día no sufráis este tipo de coacciones, presiones y manipulaciones. No creo que en Cádiz, tierra de la libertad, ciudad constitucional y donde se promulgó la primera ley de libertad de imprenta ningún gobierno político sea capaz de utilizar el dinero de una entidad pública informativa para propaganda y beneficios partidistas. Lo contrario sería algo muy triste por antidemocrático.

La cuestión es que las malas lenguas llaman al lugar donde trabajáis Onda Teo, cosa que, pese a la guasa, es un menosprecio a vuestro trabajo y para todo el oficio que de antemano se nos supone vendidos al poder. Aunque el despecho final de los trabajadores de la RTVV sea digno de reconocer, no hace falta tener silenciado un accidente de metro con 43 muertos ni esperar a que el cierre sea irrevocable para contar la verdad. Ojalá solo sean eso, las malas lenguas malintencionadas.

Mi compromiso con la asociación nacional SBP-Comunicadores Asociados me obliga a trabajar junto al resto de socios por recuperar nuestra dignidad y mejorar las perspectivas de futuro de nuestro oficio. Sin embargo, el panorama no resulta nada alentador. Aunque esto lo escribo de forma personal, esta última semana hemos organizado desde SBP-CA un encuentro digital con algunos profesionales sobre la precariedad laboral en el sector de la comunicación. Se habló de miedo. Miedo a las represalias, miedo a hablar de las presiones políticas y económicas. Os dejo el enlace por si tenéis tiempo y os interesa.


Este es un debate que tenemos que hacer entre los profesionales, sin injerencias externas. No se me ocurre, por ejemplo, imponerle a un arquitecto técnico cómo tiene que diseñar un edificio ni a un graduado social como intervenir en un proceso judicial laboral. Ni quiero. Seguro que son profesionales que saben cómo tienen que hacer su trabajo libremente y para eso están preparados. Hay que dejar claro a los que mandan y a los que estén por mandar qué líneas rojas nunca se deberían haber sobrepasado. Mucho menos en democracia. En esta semana del aniversario de la Constitución es más un deseo que una realidad.

La cuestión es que estamos todos pillados, al igual que la mayoría de los trabajadores. Tenemos nuestras hipotecas, nuestros coches por pagar, la universidad de los niños y no es tiempo de héroes. Es comprensible. Lo que pasa es que en origen nuestro oficio nace de un compromiso con la sociedad y para cumplir con ese compromiso tenemos que pagar un precio muy alto o agachar la cabeza y seguir tirando. 

Algunos me miraréis como si fuera un loco. Si nos encontramos en alguna rueda de prensa, en algún acto o de vinos por el centro me lo podéis hasta reprochar. Podéis pensar que qué hago desatando tormentas, por qué me meto donde no me llaman. Lo único que tengo claro es que la situación es insostenible, se está desplomando todo el sector a nuestro alrededor y solo pienso en cómo me gustaría que estuviera este oficio dentro de veinte años y en qué puedo hacer ahora para que así sea. Algo habrá que hacer.

Sí me gustaría dejaros claro que estoy de vuestro lado. Si alguna vez ocurriera algo como lo de Valencia, cosa que no deseo de todo corazón, seguiré estando de vuestra parte defendiendo vuestros puestos de trabajo y la dignidad del periodismo, al igual que ahora. Algunos ya estamos desahuciados y tenemos poco que perder.

Como os he comentado al principio, esta carta se podría aplicar a cualquier medio de comunicación público.
Un abrazo.

4 comentarios:

  1. Completamente a favor de todo lo dicho

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  2. Nada más que añadir la verdad. En Cádiz entre Onda Cádiz, las pantallas en la calle y los carteles... hay un bombardeo "informativo" brutal, como si solo hubiese una persona en la política gaditana vamos.

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  3. Oposición churretosa6 de diciembre de 2013, 15:05

    Es que están de campaña electoral todo el año... Teo teo teo...!

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