Cádiz necesita gente independiente

El Independiente de Cádiz. Un nuevo periódico que ha nacido hoy, miércoles 3 de abril de 2013. 'El último de occidente' como algunos de sus miembros lo llaman. Bonito seudónimo para un medio de comunicación que nace en la ciudad que proclamó por primera vez la libertad de imprenta en el siglo XIX redactada en La Isla en 1810. La intención de El Independiente de Cádiz es realizar un periodismo comprometido con los ciudadanos, libres de ataduras políticas y económicas. Además de aportar pluralidad tanto a través de sus variadas plumas como intentando mostrar el conjunto de realidades que componen nuestra sociedad.

Pero veo algunas responsabilidades que son determinantes para que este ilusionante proyecto salga adelante:

PRIMERO: Durante los últimos años hemos escuchado en Cádiz a cientos de personas, muchos políticos entre ellas, llenarse la boca con el tema de la libertad de prensa, los valores liberales y el papel fundamental del periodismo libre. Ahora pasamos de la teoría a la práctica. Solo se le pide a la sociedad en general que responda en consecuencia y se facilite un trabajo que a veces se convierte en imposible. Eso del periodismo libre es bien recibido siempre que se le pidan las responsabilidades al contrincante pero rara vez las de uno mismo o las amistades.

SEGUNDO: El riesgo también está en casa. Los periodistas debemos vencer las tentaciones y los vicios adquiridos en este tiempo y volver al compromiso con el lector. La responsabilidad social que implica ser periodista no puede quedar en una simple declaración de intenciones, implica enfrentarse cada día a las dificultades que ello supone y aceptar sus consecuencias. No hace falta convertirse en héroes de nada, tan solo cumplir con lo que todos sabemos que debe ser nuestro oficio. Hay que afrontar la realidad que enseña el verso machadiano: 'No hay camino, se hace camino al andar'.

TERCERO: Los ciudadanos también juegan un papel fundamental. Este tipo de iniciativas nacen como respuesta a las demandas de la población en general y necesitan del respaldo de la misma para continuar. Pero no solo basta con comprar el periódico. Es importante que el nivel de exigencia esté siempre presente y que los periodistas conozcamos las realidades ciudadanas de primera mano. Hacer eso sin la participación de los protagonistas también es imposible. Además de la oportunidad que las redes sociales de la comunicación dan para estar más cerca unos de otros.

La redacción de El Independiente de Cádiz, el martes 2 de abril de 2013, un día antes de publicar su primer número.

Aunque sea una propuesta de futuro, hay cosas que se recuperan del pasado para retomar con fuerza. La apuesta por el papel, por ejemplo. Son conscientes que, dure lo que dure, en la prensa en papel hay vida aún y puede resucitar mientras cumpla una función social. También cuentan con una redacción que respira el ambiente de las redacciones de las películas clásicas, con dos niveles y con su escalera de madera y todo (Solo les va a faltar el ambiente viciado por el humo del tabaco y el sonido de una vieja Olivetti tecleando). Pero lo más importante y lo que mueve a los profesionales de El Independiente de Cádiz es la intención de volver a los orígenes de los que nunca deberíamos habernos separado como periodistas. Hay que cumplir con el compromiso.

Buena suerte compañeros, es algo noble andar este camino juntos por la dignidad del oficio.