Un par de porterías y un par de canastas. Si se quiere, hasta un par de redes para evitar que los balones salten el muro y crucen la carretera. Tampoco haría falta mucho más. Quizá, un par de botes de pintura para revivir las líneas de las canchas que aún se intuyen en el suelo. Lo que más cuesta es la voluntad de querer abrir al público un nuevo equipamiento deportivo de manera gratuita, como lo es ahora el Campo Hondo. Un caso similar se encuentra a escasos cincuenta metros, en lo que fue el antiguo patio de la Casa del Niño Jesús en las bóvedas de San Roque. Hoy solo se utilizan como sede del museo Litográfico, pero las pistas deportivas no se usan. Abandonadas y desaprovechadas. La excusa de la falta de espacio en Cádiz solo es una falacia.
¿Cuántos años y cuántas caídas por saltar la muralla costaron que se pusiera una escalera en el patio del Instituto Columela? Hoy nadie se ha quejado de la apertura del Campo Hondo para uso público mientras el centro educativo esté cerrado.
Ahora tenemos otra oportunidad para potenciar el deporte. ¿Alguna razón para no hacerlo?
Cuánta razón cuando dices que la excusa de falta de espacio es solo una falacia. Cádiz está lleno de lugares desaprovechados en los que se podrían hacer taaaaaaaantas cosas... Pasarán 50 años y esos sitios estarán igual de descuidados y olvidados que siempre.
ResponderEliminarEstas cosas son las que hacen pensar si piensan en los ciudadanos o no
ResponderEliminarPrefieren potenciar el uso del botellódromo, por ejemplo. La juventud es la mala.
ResponderEliminarTotalmente. Es otra de las oportunidades que tenemos de potenciar y fomentar el deporte en nuestra ciudad, pero por alguna razón vuelve a "pasar de largo". ¿Por qué?
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