jueves, abril 11, 2013
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El tamaño no importa, o eso dicen. También dicen que si llegara a importar se podría suplir esta carencia con habilidad.

Cádiz es una ciudad pequeña y, en cuanto a lo que el transporte se refiere, esta cualidad, lejos de ser un inconveniente se podría contemplar como una ventaja. ¿Cuál? A diferencia de grandes ciudades como Sevilla, en Cádiz podrían unificarse todas las redes de transporte interurbano en una sola estación. 

Sin embargo, ni las reducidas dimensiones de esta urbe se consideran algo gratificante ni se usa esta faceta con la habilidad que se merece.

La “tacita de plata” cuenta, por el contrario, con una estación de autobuses provisional (me pregunto cuánta “provisionalidad” puede atribuírsele a una estructura de chapa y hormigón que lleva haciendo las veces de apeadero desde hace más de tres años) y con diferentes y esparcidas paradas, indicadas de una manera tan inequívoca como el género sexual de Falete, gracias a un simple poste, en función de la ruta correspondiente a los intereses de los viajeros.


De esta manera, si desea ir al Río San Pedro, desde el casco antiguo, deberá acercarse a la Plaza de la Hispanidad; si se dirige a San Fernando o al hospital de Puerto Real encontrará su salida en la Avenida del Puerto, frente al conocido Bar Lucero, o si, por el contrario, es usted más de playa puede encaminar sus pasos hacia la más provisional de todas las provisionales estaciones jamás construidas, con el objetivo de llegar a costas como las de Tarifa, por ejemplo.

Eso sí, no busque entre sus paredes de estilo invernadero ninguna información sobre lo que aquí se relata. Llegamos así a otro punto preocupante en este tema.

Cádiz, efectivamente, es una ciudad pequeña. Tan pequeña que todos conocemos su organización. Tan pequeña que si un día quieres ir en bus a San Fernando, antes de buscar cómo llegar, le preguntarás a tus padres o a algún amigo y sabrán contestarte. El problema se percibe cuando no lo saben.

Desde mi punto de vista, no es profesional que este tipo de información se reciba a través del “boca a boca”. No es profesional que en la estación -la única estación- no haya indicaciones visibles al respecto. No es profesional esperar que todo el mundo que tenga dudas acuda a Internet a buscar porque no todos los sectores de la población tienen acceso a él. No es profesional que el usuario se vea en la obligación de acudir a dicha estación a preguntar a uno de sus empleados, teniendo en cuenta que, cabe la posibilidad, de que luego tenga que desplazarse a algunos de los puntos de salida anteriormente citados.

El inicio del recorrido de los autobuses interurbanos puede llegar a ser considerado por el viajero inexperto, no sólo algo confuso y mal organizado, si no también fruto de la arbitrariedad, la casualidad, el “karma” o el resultado de una partida de piedra, papel o tijeras entre aquellos en cuya responsabilidad estaba tomar esta decisión.

Y, lo peor, una arbitrariedad innecesaria si, finalmente, se respondiera de manera positiva a la cuestión planteada en el titular: ¿Podría tener Cádiz todas sus salidas interurbanas en una estación de autobuses?

1 comentarios:

  1. Me ha parecido un artículo verdaderamente acertado. Ya era hora de que alguien se hiciera eco de esto. Parece que nos estamos acostumbrando a ver las cosas mal y encima nos callamos la boca y lo aceptamos tal cual. Lo peor de todo es que después se lo cobran bien, y como siempre, los demás perdiendo.

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